divendres, 11 de març del 2016

JORNADA 2 EN COPENHAGEN. EN BUSCA DE LA SIRENITA POR EL BARRIO REAL





Copenhagen es una ciudad orgullosa, acogedora y luminosa con un cierto aire imperial que llegó a ser capital de tres países y resistió a los intentos de conquista de ingleses, alemanes y suecos. Actualmente es una ciudad que sorprende por su ambiente moderno y cosmopolita. Comparte con sus vecinos escandinavos el pasado vikingo, la pasión por el diseño, los largos inviernos y el respeto por todo lo ecológico.


Es una ciudad pequeña que en una escapada de dos o tres días puede visitarse viendo todo lo más importante.


Una jornada puede dedicarse a conocer toda la zona norte, barrio de Frederriksstaden, llamado también Barrio Real por estar la residencia oficial de los reyes daneses.
Madrugando y tomando como punto de partida la plaza Kongens Nytorv , centro turístico y de comunicaciones, subiremos hasta el Churchill Parken dando un agradable y relajante paseo hasta la Sirenita.


Después de subir y bajar unos leves montículos y atravesar un riachuelo muy colorido, llegaremos hasta el denominado Kastellet.
El Kastellet es una antigua fortaleza que todavía mantiene su estructura original debido al buen estado de conservación que tiene gracias al uso militar actual. Son unos barracones y otros edificios militares (molino y capilla incluidos), donde el rojo es el protagonista. A dos pasos nos encontraremos la Sirenita.



Siempre que vemos la Torre Eiffel pensamos en París; lo mismo ocurre con la Estatua de la Libertad y Nueva Yord, o la Sagrada Familia y Barcelona; porque la mayoría de ciudades tienen un símbolo que las define de cara al mundo. Copenhagen no iba a ser menos y su Sirenita ( Den lille havfrue) es la imagen que la identifica.



Esta pequeña sirena de bronce que pesa casi 180 kilos, mide poco más de un metro y se esculpió inspirada en el cuento de Andersen, recibe a todos los viajeros posando coqueta sobre una roca del puerto. Cumplió 100 años en 2013, pero sigue luciendo como una jovencita recién salida de las aguas.


Es posible acercarse a ella salvando la escasa distancia que separa la piedra sobre la que reposa la escultura de la orilla, aunque para el que quiera acercarse demasiado debe tener en cuenta que las piedras resbalan.


El regreso lo haremos caminando fuera fortaleza pasando delante de la Fuente de Gefión que es una escultura realmente preciosa, con una expresividad muy contundente. Detrás está la Iglesia de San Alban's, un templo anglicano donde los oficios se hacen en inglés.



Encontraremos por el camino la famosa Iglesia de Mármol ( Frederikskirken ), cuya cúpula de 30 m de diámetro está inspirada en la basílica de San Pedro del Vaticano. Nos encantó.



Y llegamos a Amalienborg, otro de los lugares imprescindibles. El Palacio de Amalienborg es la residencia habitual de la familia real danesa desde finales del siglo XVIII. Está formado por cuatro edificios austeros de estilo rococó muy espectaculares que se disponen en torno a una gran plaza adoquinada.


Una de las experiencias más turísticas de esta ciudad es el cambio de guardia que tiene lugar allí, en la residencia de la reina Margarita II. Los soldados salen a las 11.30 h del cuartel de Gothersgade y desde allí se dirigen muy solemnes al Palacio de Amalienborg, donde llegan media hora más tarde para dar descanso a sus compañeros.


La apretada jornada culmina con la visita a uno de los monumentos más importantes de Copenhagen, Rosenborg Slot, un castillo de cuento de hadas que aparece entre los árboles del Parque de Rosenborg.


A partir de aquí, si sus piernas resisten, pueden terminar el día en el Mercado de abastos de Torvehallerne, disfrutando de unas especialidades recién hechas.